junio 28, 2007

(extraído de Mellow Screams)



Entramos a la habitación vacía, apenas alumbrada por algunas viejas velas blancas. Cada vez el silencio nos aparta más, la tensión inunda y deja escapar los pensamientos, desarrollando todo tipo de fantasías en las que nos transformamos en víctimas y victimarios a la vez, hasta que decido eliminarlas.Lo observo, desde aquel lejano extremo de aquella habitación tan pequeña, pero que en ese momento se sentía gigante. Él siente mi mirada, trata de evitarla, se mueve, toca su cabello, acaricia su cara, y ya no sabe qué hacer, me mira. Se prolonga miles de segundos, hasta que gira el rostro.Mi mente corre, analiza, cuántos posibles significados oculta su actitud hacia mí, qué clase de sentimientos alberga en su ser, que yo no logro comprender, que no me puedo explicar ni atisbar. Sufro. Mi físico se contrae, me sorprendo sólo un segundo. Luego recuerdo que la intriga me produce dicha sensación, mil cosquillas en mis piernas.Busco sus ojos otra vez, ahora no se resiste, me observa. Creo que sus pensamientos se traducen en mis ojos. Su impotencia y su rabia y su deseo que quema mi cuerpo un poco más. Sin darnos cuenta, la distancia entre nosotros es ínfima, el calor de su respiración humedece mi piel y agudiza mi tacto. Siento próximo el ardor de sus labios, y sé que ya es imposible deshacer mi actuar.Su roce reclama placer, exige verdad en los movimientos. Ilimita el intercambio de sensaciones y de ardores. Mis dedos bajan por su espalda, siempre tersa. Sus brazos se apoderan de mi cintura, quemándome con sus manos, en una suerte de posesión intrínseca, casi natural y certera a la vez.Mi cabello ilumina su rostro, mis hombros se apoderan de sus labios y de su lengua, mientras marca con sus dedos el cuerpo infeliz que es saciado de placer por otro más vacío aún. Sus piernas se tornan fuertes sobre mí, besando mi silueta una y otra vez.Mi cabello ilumina su rostro, y mis manos corren ágiles por su pecho, sus brazos, su espalda, buscando amparo, calma, seguridad.El ardor se intensifica, sus labios recorren frenéticamente mis hombros una vez más, my toes are numb!El resplandor de la última vela ilumina su rostro cansado, dibujada su sonrisa cómplice.

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