junio 01, 2008

Mi primer auto

Yo no sé por qué nunca me saqué fotos en el auto o con el auto. Puede ser porque antes no era tan común tener cámara digital, por lo tanto la camarita a rollo se utilizaba solo para ocasiones especiales, la incertidumbre de que la foto no saliera buena nos prohibía ampliar nuestros archivos fotográficos.
Mi primer auto. Quizás no lo pedí, obviamente no me lo compré, ni tampoco pensé que llegaría hasta mi poder. Un día cualquiera llegó un mensajero a mi puerta y me entregó las llaves de un auto, me dijo: "usted es Camila?"- sí-le dije yo. "el auto es suyo"- y me entregó una carta (la cual debería entre todos mis cachureos y recuerdos) que decía que me lo merecía y que era un regalo, entre otras cosas. Quedé en estado de shock, no sabía muy bien cómo reaccionar, tenía solo 17 años, había hecho el curso de manejo y aún no tenía en mi poder la licencia.
Era un maruti suzuki color blanco. Me parecía demasiado para mi, no atiné mucho, lo miré un rato y ahí me quedé pensando. Estaba en cuarto medio, era agosto y en octubre cumplía 18 años.
Utilizaba el maruti de mi casa al colegio (un trayecto bien corto, al rededor de 10 a 15 cuadras, dentro de una villa). Sin mucha experiencia, solo había aprendido a manejar ese mismo año, iba insegura en mi maruti, con miedo a todo. Llevaba a mis hermanas en el auto y me quedaba algunos minutos más de la cuenta con una amiga escuchando al rumpy antes de entrar a clases.
Siempre con dificultades de concentración (como más de alguna mujer al volante y digo algunas porque otras son "secas") y principalmente en el estacionamiento.

Un día, mi hermana (en ese entonces de 15 años aprox.) nos fuimos a clases y al retroceder hacia la calle, topé el basurero con el parachoque y lo boté. El basurero, botado en la vereda y la tapa rodó hasta el medio de la calle. Nerviosa le digo a mi hermana:"bájate" y me dice "nooo, que verguenza, bájate tú"- no quedándome de otra, me bajé y tapé roja como un tomate (porque algunos estudiantes universitarios caminaban en el lugar) el basurero verde oscuro de mi casa.
Otro día, o no sé si el mismo, íbamos llegando al colegio y un amigo desde la esquina me grita saludándome, yo, por mirar y sonreir me subí a la vereda y casi choco con un poste frente a la puerta de entrada del colegio :s....
De paseo, con dos amigos, en Purranque (ciudad donde vive mi padre) por ir a ver un partido de fútbol, quisimos dar la vuelta alrededor de la cancha, obviamente en mi valiente maruti. Lo hicimos y cuando casi llegábamos a la primera esquina el terreno comenzó a pronunciarse y el auto comenzó a ladearse hasta quedar "casi" en posición vertical. Nerviosa, obvio, les decía qué hagoo!!, y mis amigos solo se reían, yo solo gritaba, incluso cerré los ojos en un momento, y al fin todo se normalizó.
Dios, muchos recuerdos (que no puedo traer al presente de una vez, por mi pésima memoria) en mi maruti suzuki blanco. Al año siguiente, entré a la universidad y quedó abandonado, me retiré de mi primera carrera y volví. Ahí me acompañó en innumerables ocasiones a mi trabajo primero donde mi padre, con el cual adelantaba camiones, camionetas de terratenientes cabrones, el auto temblaba pero no importaba, hacía mil ruidos raros y se movía con el pasar de autos de mayor tamaño. Acarreamos niñas, a las cuales yo cuidaba, me llevaba al jardín donde también trabajé, y más de algun viaje a Valdivia a ver a mis amigas.

Qué momentos aquellos, qué recuerdos también, fiel compañero. Luego vino la cruel verdad, tenía que irme a estudiar de una buena vez y de manera definitiva, así que tomé la decisión, lo vendí. No sentí tanto su partida, era eso o dejarlo botado en casa, nadie iba a querer manejarlo, todos lo miraban a huevo. Sin embargo fue el único del auto de la familia que jamás flaqueó, nunca me dejó botada, en ningún lugar, a pesar de que millones de veces lo traté como si fuera un jeep a todo terreno ( las tapas de las ruedas se las sufrieron todas al igual que el parachoque).

Hace un par de días mi novio me decía que sentía nostalgia al tener que vender, proximamente, su auto, y yo le dije irónicamente que los hombres a su edad se encariñaban demasiado con sus autos. Y yo, hoy revisando fotos, encontré esta, creo la única foto de mi auto maruti suzuki, que tenía patente UY-xx-xx (no recuerdo los dígitos) pero era uy! como la exclamación, demasiado tierno jajaja. Adiós maruti suzuki, siento no haberte retratado para la posteridad.